"Para tener éxito en el periodismo, no va mal tener una mente sucia, querida".
Colorado Kid, King Stephen, 2005, Barcelona, Debolsillo, 152 páginas.
Esta novela se trata de dos periodistas ancianos: Vince Teague, de 90 años de edad y Dave Bowie, de 65, el primero editor y el segundo fundador del periódico semanal The Weekly Islander, el cual se distribuye en la isla Moose-Lookit, perteneciente al estado de Maine. Ellos están en la terraza del restaurante Grey Gull, en compañía, también, de la joven Stephanie McCann, de 22 años, quien llegó a la isla para trabajar de becaria en dicho periódico semanal, como parte de un curso de postgrado de la Universidad de Ohio; sentada en medio de esos viejos lobos de mar del periodismo, escucha con atención lo que le comentan a un colega llamado Hanratty quien arribó a la isla para oír las mejores historias locales, lo que se considera Misterios sin resolver y publicar una serie de reportajes para el diario Globe de Boston.
Sin embargo, este último periodista decide despedirse de ambos colegas y deja dinero para pagar la cuenta, ya que consideró que no podía obtener más información que llame su atención acerca de lo que le habían comentado.
Por ello, luego de pagar lo que habían comido, los dos senectos se trasladan junto con la joven a las oficinas del Islander, y ahí es donde Steffi se cuestiona a sí misma si no habrá más historias y decide preguntar a ambos hombres si es que hay alguna historia que les haya faltado de contar, a lo que provoca carcajadas en los comunicadores quienes deciden narrar a detalle el único caso que no se atrevieron a mencionar al periodista del Globe, el caso de Colorado Kid.
Steffi al empezar a escuchar esta historia lo considera la Hora de clase, porque debe aprender de lo que cada periodista le narra y al mismo tiempo explica. Resulta que hace veinticinco años, en una mañana de primavera de 1980, una pareja de jóvenes corrían por la playa de Hammock y encuentran a un hombre sentado, casi inclinado como la torre de Pizza, y el novio decide acercarse y se percata de que está muerto.
Ante esta situación tanto la chica como su novio deciden dar aviso a la policía local, el servicio forense, los detectives y, obviamente, al llegar también acuden los periodistas del Islander quienes empiezan sus primeras indagatorias sobre este caso al que en un principio no lo consideraban un asesinato, sino más bien una muerte extraña, además de que el hombre no está identificado.
En ese sentido, cada pista que tanto los periodistas van descubriendo junto con el médico legista que le practicó la necropsia al cadáver y el constante trabajo de un novato egresado en medicina forense hacen despertar aún más el interés por saber quién es este sujeto que ha muerto frente al mar.
Asimismo, los aportes que cuentan Dave o Vince a Stephanie le hacen despertar su curiosidad y de conocer todos los detalles de este caso y el porqué no lo narraron al periodista del Globe, algo que para ellos puede que lo consideren una joya local, más que un misterio que no tiene explicación.
Considero que Colorado Kid no solo reúne ese estilo propio de Stephen King al contar historias basadas en hechos que sí ocurren, sino hace recordar el estilo de otro gran escritor como lo es Truman Capote y su obra A sangre fría, que a pesar de que se trata de una novela documento (también llamada novela no novela, o novela de no-ficción), los personajes, desde luego, son la pieza clave para guiar al lector por topa la trama hasta llegar a cuestionarse a sí mismo sobre lo que está leyendo y qué lo hace tan cercano a la realidad.
Así como también, esta novela corta, considero, es una excelente opción para quienes por una parte desean empezar a leer las obras de Stephen King (sobre todo las de misterio y que no involucran el terror, horror o la fantasía), y aquellas personas que están involucradas hoy en día con el periodismo de nota roja o policiaco.
Yo sí recomiendo leer esta pequeña gran obra porque consigna el estilo de King al redactar historias de las que puede que él mismo haya sido testigo involuntario. (No olvidemos que Capote empezó a investigar el asesinato de la familia Clutter a raíz de que descubrió una noticia en el periódico).
Lo único que no me agradó fue que la traducción está hecha al estilo de España, por eso no es de extrañar encontrar algunas palabras o expresiones ajenas a nuestro lenguaje sobre todo para quienes son de México y el resto de Latinoamérica, por ello recomiendo buscar el significado y volver a leer toda la novela las veces que sean necesarias: el resultado es de lo mejor, fantástico, sorprendente.
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