Cuando las nubes despiertan la oscuridad se esconde. Cuando la oscuridad se esconde el sol arroja sus espadas de luz hacia el corazón de la ciudad. Y pasa a diario. Cuando una sonrisa se atraviesa contra la mirada perdida el corazón ya no corazón, el destino pasa a segundo plano. Cuando la mente se pregunta qué hace aquí, todo deja de existir, porque la existencia se hunde en la razón. El pensamiento se asoma por la profundidad de la oscuridad donde aquello que no se entiende causa temor. El temor y el miedo son uno solo y, al mismo tiempo, son nada. Porque nada es inexistencia. Existencia para saber qué hacer uno aquí, donde todos se han ido pero siempre están.
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