miércoles, 25 de mayo de 2022

Reseña del libro Christine, de Stephen King


"Mátalos a todos y que Dios elija".

Christine, King Stephen, 1983, Barcelona, Debols!llo, 583 páginas.

Esta obra del maestro del terror, Stephen King, sin duda ha superado mis expectativas sobre su narrativa y no es para menos, porque leer cerca de 600 páginas con paciencia y comprensión ha dado grandes resultados, sobre todo cuando he valorado más la narrativa de King que la adaptación cinematográfica del director John Carpenter.

Pues bien, ¿de qué trata Christine? Es acerca de un automóvil Plymouth Fury del 58, cromado en rojo y blanco, del cual un adolescente de diesiete años Arnold "Arnie" Cunningham se enamora perdidamente, y como lo señalaría su amigo Denis Guilder "fue amor a primera vista".

Y es que esta obra se divide en tres partes: la primera, canciones de automóvil juveniles; segunda, Arnie, canciones de amor adolescente; y la tercera, Christine: canciones de muerte de adolescentes.

En la primera empieza la narración en primera persona con la voz narrativa de Denis Guilder quien explica los hechos y cómo fue que su amigo Arnie terminó enamorado de un vehículo el cual se convertiría en más que una afición por repararlo, ya que cuando Arnie lo observa y toca tiene el presentimiento, con seguridad, de que puede ponerlo en marcha nuevamente.

En ese sentido, aparece un anciano cascarrabias llamado Roland D. LeBay, retirado del ejército norteamericano, quien figura como el primer propietario de Christine y que lo compró en septiembre del 57, por lo que vende el automóvil a Arnie y, al mismo tiempo, se desprende de un objeto con oscuros antecedentes, algo que el mismo anciano sabía que llegaría a suceder.

Sin embargo, Denis no está del todo convencido en que Arnie haya hecho la mejor compra de su vida, porque para empezar sus padres jamás lo aprobaron pese a los reclamos de su hijo y de siempre manifestar que ha seguido sus instrucciones y reglas de casa; algo empieza a cambiar en Arnie y de esto se percata Denis, quien como mejor amigo no lo dejará solo aún cuando este se haya enamorado de la chica más linda del colegio: Leigh Cabot, una joven que es el típico sueño de cualquier adolescente y que ha fijado sus sentimientos en Arnie, pese a la constante insistencia de estar siempre con el auto... ella sospecha que algo anda mal.

En la segunda parte del libro, la historia continúa en tercera persona, y la tercer y última parte vuelve a la narración en primera persona con Denis.

Sin duda esta obra me ha sorprendido por la narrativa en la cual un adolescente se puede identificar y considero que hasta una madre o padre de familia podría ponerse en los zapatos de los personajes secundarios, esto para comprender la transformación de un joven a hacerse adulto o tal vez un muchacho convirtiéndose en algo que no es, algo siniestro.

Pero he de reconocer que lo único que no me ha gustado de la novela, simplemente, ha sido la traducción que viene desde Barcelona, España, y cuyos modismos complican muy poco entender el texto, y por otra parte algunos errores ortográficos que llegue a encontrar a lo largo de la obra.

También quiero señalar (y recomendar) anotar las palabras ajenas al discurso del lector para comprender el libro, debido a que varias palabras pertenecen al léxico de España y no al de Latinoamérica o México.

Finalmente, recomiendo leer esta obra clásica de Stephen King, incluso para quienes están iniciando el descubrimiento de este gran autor, así como también el legado y referencias en la cultura popular que ha dejado Christine.


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